domingo, 4 de diciembre de 2011

Cholula

En Cholula fueron buen bien recibidos por las autoridades con grandes agasajos, rosas, pan de maíz y frutas, pero toda esta fiesta y obsequios ocultaban una terrible traición porque eran aliados de los mexicas, por lo que se vieron armados de piedras y armas para masacrar a los españoles desde las azoteas. Al momento los aliados tlaxcaltecas y los totonacos se lanzaron al ataque en contra de los cholultecas saqueando la ciudad empezando a matar, a quemar templos y a derribar a todo indígena que se le cruzara. Hubo gritos, y llantos; las puertas se cerraron y  no había salidas. En ese momento hay acuchilladas, golpes y muertes.
Finalmente como lo narra Dofour:
Cruzo con sus hombres Cortés por el Ixtlaccíhuatl y Popocatépetl, los dos volcanes de nieves casi eternas que siempre han presidido el paisaje del Anáhuac. Desde ese paso llamado hasta nuestros días, de Cortés, el extremeño vislumbró el inmenso valle con un gran lago, en cuya porción central parecía flotar la ciudad imperio de Tenochtitlan. Descendió por las praderas de los volcanes hasta llegar a la tierra del valle que circunda al lago, cruzo por bosques de árboles disformes, inmensos plantíos de flores, milpas y verduras, para poder enfilarse por la larga calzada que conducía al corazón mismo de la ciudad.[1]


[1] Ibídem. p. 37

No hay comentarios:

Publicar un comentario